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5 mitos sobre los alimentos y el cáncer
Nutrición & Fitness

Conoce 5 mitos sobre los alimentos y el cáncer aquí

La dieta puede tener un impacto sobre el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer.Sabemos que siguen existiendo muchas dudas en pacientes y cuidadores sobre la alimentación y su relación con esta enfermedad. Por ello, a continuación, vamos a aclarar algunos mitos que están ligados a este tema de tanta importancia e interés.

Mito #1 - ¿El consumo de café aumenta el riesgo de desarrollar cáncer?2

Los estudios sugieren que es probable que beber café reduzca el riesgo de padecer cáncer de endometrio y de hígado.2 También hay algunas evidencias que sugieren que el café reduce el riesgo de presentar:2

  • Cáncer de boca.2
  • Cáncer de garganta y laringe.2
  • Cáncer de piel de células basales en hombres y mujeres.2
  • Y posiblemente el melanoma en mujeres.2

Por otro lado, otros estudios han sugerido que consumir bebidas muy calientes, como café o té, puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de esófago.2 Por lo tanto, puede considerarse lógico evitar el café y otras bebidas similares a temperaturas muy altas, sin embargo, no se tiene total certeza sobre las maneras potenciales en las estas pueden reducir el riesgo de cáncer.2

 

Mito #2 - ¿El azúcar aumenta el riesgo de cáncer?2

Todos los azúcares en alimentos y bebidas se suman a la ingesta de calorías, lo que puede propiciar la obesidad, por lo que ingerir demasiada azúcar puede aumentar indirectamente el riesgo de cáncer. También hay evidencia de que un patrón alimentario con un alto contenido de azúcares añadidos afecta los niveles de insulina y hormonas relacionadas de tal manera que puede aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.2

  • Azúcar morena (sin refinar): contiene la misma forma química de azúcar (sacarosa) que el azúcar blanco (refinado). También tiene cantidades extremadamente pequeñas de otras sustancias que afectan su color y sabor, pero no influyen en los efectos desfavorables de la sacarosa en el peso corporal o la insulina.2
  • La fructosa: el azúcar natural en la fruta y en muchas bebidas endulzadas con azúcar (en forma de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa),  causa efectos similares a los de la sacarosa sobre el peso y la insulina, al igual que la miel, la cual contiene una mezcla de fructosa y glucosa (otra forma de azúcar).2

Estudios de laboratorio han demostrado que el metabolismo de la glucosa (el azúcar principal utilizado como fuente de energía en el cuerpo), es más rápido en las células cancerosas que en las células normales. Este hecho a menudo es malinterpretado por personas, que asumen (incorrectamente) que los azúcares en alimentos y bebidas "alimentan" directamente las células cancerosas.2

Las personas deben saber que las células cancerosas son muy hábiles y que pueden cambiar según la forma en la que metabolizan o usan cosas diferentes de nuestra dieta. Es posible que una persona piense en eliminar por completo el azúcar o carbohidratos de su alimentación diaria, pero las células cancerosas podrían cambiar y usar grasa como energía o podrían usar más proteína. Así que la idea de eliminar el azúcar para tratar el cáncer es un enfoque extremo que no se ha probado. Que el azúcar alimenta el cáncer es un mito que asusta, pero este en sí no es más, que combustible para todas nuestras células.3

Hay algunas pruebas que podrían indicar que el consumo de grandes cantidades de azúcar puede estar asociado con un mayor riesgo de ciertos cánceres, incluido el cáncer de esófago; también el consumo de este puede provocar un aumento de peso y a su vez el riesgo de obesidad, diabetes y por ende, cáncer.4

Por ello, limitar los alimentos altamente procesados que contienen altos niveles de azúcares añadidos como: repostería, dulces, golosinas, galletas y cereales azucarados, bebidas endulzadas con azúcar, refrescos, bebidas deportivas y energéticas; puede ayudar a reducir la ingesta de calorías, limitar el aumento de peso y promover un peso corporal más saludable; también puede reducir la secreción de insulina en personas con afecciones metabólicas como la prediabetes o la diabetes tipo 2.2

Cáncer de seno: Entre los tipos de cáncer específicos, solo el cáncer de mama mostró una asociación positiva con la ingesta de azúcar. Las asociaciones fueron más pronunciadas para la sacarosa, azúcares no derivados de frutas y azúcares naturales y añadidos presentes en bebidas azucaradas.5

 

Mito #3 - ¿Tener una alimentación sin gluten ayuda a reducir el riesgo de cáncer?2

El gluten es una proteína contenida en el trigo, el centeno y la cebada que en la mayoría de las personas no genera malestar alguno. Para las personas con enfermedad celíaca, el gluten provoca una respuesta inmunitaria que daña el revestimiento del intestino delgado y podría aumentar el riesgo de cáncer.2

Algunas personas presentan sensibilidad al gluten, ya sea con o sin la enfermedad celíaca. En estos pacientes puede que el gluten contribuya a la inflamación de los intestinos, lo cual podría a su vez incrementar el riesgo de padecer cánceres gastrointestinales. Sin embargo, este posible vínculo no está probado ya que existe muy poca evidencia científica que vincule la ingesta de gluten con el riesgo de este tipo de cánceres en la población general.2

En esencia, entre la gente que no padece de enfermedad celíaca no hay evidencia de que el consumo de una dieta sin gluten esté relacionado con un menor riesgo de cáncer y muchos estudios sugieren que consumir granos integrales, incluidos los que contienen gluten, probablemente reduzca el riesgo de padecer cáncer de colon.2

 

Mito #4 - ¿El consumo de jugos (ayunos con jugos) limitado por periodos puede eliminar las toxinas y ayudar a proteger contra el cáncer?2

Algunas personas dicen que los pacientes con cáncer deben evitar los jugos porque pueden tener demasiados carbohidratos o azúcar. Esto se relaciona también con el mito anterior que afirma que “el azúcar alimenta el cáncer” y por otro lado, hay personas que promueven los jugos como una cura para todo tipo de cáncer. Como pasa con muchos mitos de la nutrición, la verdad está en el medio. Si bien los jugos no van a causar o curar el cáncer, pueden ser un buen modo de agregar más porciones de frutas y verduras a una dieta ya saludable. Pero no deben usarse para suplir las necesidades de nutrición básicas.3

El jugo que se consume tras extraerlo directamente de frutas y verduras puede ser una forma conveniente de obtener algunos nutrientes de estos alimentos.2 Consumirlo con moderación, puede conformar tan solo una parte beneficiosa de todo un patrón de alimentación sana.

Sin embargo, los jugos contienen menos fibra, así como niveles menores de otros nutrientes y un mayor contenido de azúcares naturales, que el consumo de estos de manera entera, por lo que no constituye la mejor forma de obtener todos los nutrientes posibles de los alimentos de origen vegetal.2

No hay una evidencia científica que respalde que el consumo de jugos durante uno o más días, (lo que se conoce como ayuno, limpieza o desintoxicación con jugos), reduzca el riesgo de cáncer ni tampoco que proporcione otros beneficios a la salud.2 Este tipo de dietas se promueven como una manera de “eliminar las toxinas” del cuerpo, pero esta aseveración no ha sido respaldada con evidencias científicas. Las toxinas que ingresan al cuerpo a través de lo que comemos y bebemos, son constantemente eliminadas por los riñones y el hígado, independientemente de que el alimento que consumamos sea de forma sólida o líquida.2

Y aunque el consumo de jugos extraído directamente de las verduras pueda ser una manera de incrementar la ingesta de nutrientes, una alimentación que se limita a estos jugos, puede carecer de muchos de los otros nutrientes como se mencionó anteriormente, y en casos particulares puede que incluso eleven la concentración de otras sustancias, y esto podría ser dañino para el riñón, entre otros problemas para la salud.2

 

Mito #5 - Bebidas alcohólicas:¿Existe un nivel de consumo seguro?3

Aproximadamente el 4% de los cánceres en todo el mundo son causados ​​por el consumo de alcohol, lo que equivale  a más de 740.000 casos de cáncer en todo el mundo (cifras de 2020).6Para reducir el riesgo de desarrollarlos, no existe un nivel seguro de consumo.8

La evidencia indica que cuanto más bebe una persona, mayor es el riesgo de desarrollar un cáncer asociado al alcohol, pues independientemente del tipo (cerveza, vino, licor) este contiene etanol, que es el compuesto de estas bebidas que se asocia con el padecimiento del cáncer.8 El riesgo de algunos cánceres, aumenta incluso con menos de una bebida al día.8

Se relacionan diferentes tipos de cánceres con el consumo de alcohol tales como cáncer de boca, orofaringe, esófago, laringe, hígado, seno y páncreas.6

Cáncer de cavidad oral, laríngeo y faríngeo:6

El consumo de 10 gramos de alcohol al día se asocia con un incremento del 15% de riesgo para el desarrollo de estos tipos cánceres.6

Cáncer esofágico:6

Beber alcohol aumenta el riesgo de carcinoma de células escamosas de esófago que es el subtipo histológico más común de cáncer de esófago a nivel mundial, y contribuyó con la mayor cantidad de casos de cáncer en 2020 atribuibles al alcohol. Además, existe una relación directa entre consumo de alcohol y carcinoma escamocelular 6, una forma común de cáncer de piel que se desarrolla en las células escamosas que componen las capas media y externa de la piel.7

Cáncer colorrectal

Se encontró un incremento del 7% del riesgo de padecer cáncer colorrectal con un consumo de 10 gr de alcohol al día.6

Cáncer de hígado

El subtipo histológico más común de cáncer de hígado es el carcinoma hepatocelular. (HCC), alrededor de 154.700 casos de HCC en 2020 fueron atribuibles al consumo de alcohol. El carcinoma hepatocelular, subtipo histológico más común, es atribuible en un 14% al consumo de alcohol con un consumo de 10 gr de alcohol al día.6

Beber alcohol incluso en niveles muy bajos de ingesta, puede aumentar el riesgo de cáncer y estimamos previamente que más de 100.000 casos de cáncer en 2020 fueron causados ​​por el consumo ligero y moderado del equivalente a una o dos bebidas alcohólicas al día.6 Sin embargo, la recomendación para quienes eligen beber alcohol es:8

  • Hombres: no consumir más de 2 bebidas al día.8
  • Mujeres: no consumir más de 1 bebida al día.8

Esto no intenta ser una recomendación para un promedio de varios días, pero si la cantidad permitida en un solo día.8

¿Algunos tipos de alcohol presentan menos riesgo?

Ningún tipo de bebida alcohólica tiene menos riesgo en términos de su impacto sobre el riesgo de cáncer.8

Mecanismos fisiopatológicos:

Siguiendo la evidencia epidemiológica del vínculo entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer en múltiples sitios, se han investigado varias vías para explicar los efectos cancerígenos del alcohol. Aquí, discutimos los mecanismos clave que relacionan el consumo de alcohol con carcinogénesis:6

  • Producción de acetaldehído: una vez consumido, el alcohol es metabolizado por enzimas produciendo acetaldehído. El acetaldehído es muy reactivo con el ADN y tiene varios efectos cancerígenos y propiedades genotóxicas.6
  • Estrés oxidativo: el etanol también puede contribuir a la carcinogénesis a través de la inducción de estrés oxidativo. que se reconoce como un determinante clave del inicio de la enfermedad..6
  • Aumento en la inflamación: la inflamación es una vía clave para la progresión del cáncer en varios sitios y aumenta por el consumo de alcohol. El consumo crónico de alcohol puede reclutar glóbulos blancos específicos (monocitos y macrófagos) al microambiente tumoral.6
  • Cambios en la regulación de los estrógenos: el alcohol puede interferir con las vías del estrógeno al aumentar los niveles hormonales y potenciar la actividad de los RE (receptor estrogénico), importante en la carcinogénesis de mama. Un gran estudio encontró niveles de DHEAS  (Hormona sexual masculina presente tanto en hombres como en mujeres)6.   El DHEAS juega un papel importante en la producción de testosterona (una hormona sexual masculina) y de estrógeno (una hormona sexual femenina)9. Un 25% más altos entre las mujeres que consumían al menos 20 g de alcohol al día en comparación con los no bebedores.6
  • Función reducida del sistema inmunológico: el alcohol tiene múltiples efectos negativos sobre el sistema inmunológico de los pacientes. Puede interrumpir la producción de proteínas específicas.. También puede activar las células especiales que están asociadas con daño hepático. Además, el alcohol puede inhibir la respuesta inmunitaria por lo tanto, disminuye la regulación antitumoral del sistema inmunológico. Con el sistema inmunológico comprometido, el consumo de bebidas alcohólicas puede exacerbar el daño de infecciones virales como el virus de la hepatitis C, que es común entre pacientes con enfermedad hepática alcohólica crónica.6

Disbiosis del microbioma: es el desbalance del equilibrio bacteriano y el aumento del consumo de etanol puede inducirlo  en el intestino. Esta mayor presencia bacteriana puede comprometer la barrera intestinal dando como resultado "fugas intestinales" donde la permeabilidad del intestino es lo suficientemente alto como para que los productos bacterianos, pasen del intestino a la sangre. Una vez en la sangre, estos productos bacterianos llegan fácilmente al hígado donde se activan una variedad de células que producen una inflamación crónica confiriendo un mayor riesgo de cáncer de hígado.6

Cirrosis hepática: la cirrosis hepática es una vía bien conocida para el desarrollo del carcinoma hepatocelular. En grandes consumidores de alcohol y se manifiesta como lesiones preneoplásicas en el hígado.6

Activación de otros carcinógenos: existe otra hipótesis de que el consumo de alcohol podría activar las vías de otros agentes cancerígenos; que pueden metabolizar los procarcinógenos en el humo del tabaco y los productos químicos industriales. También es posible que el etanol pueda ayudar a estos carcinógenos a penetrar en las células, especialmente de la mucosa del tracto aerodigestivo superior, donde el tabaco y el alcohol tienen un efecto sinérgico sobre el riesgo de cáncer.6

 

Recuerda que es importante consultar a tu médico antes de tomar cualquier decisión en cuanto a tu dieta si eres cuidador o un paciente oncológico.

Referencias

1.      Medline Plus. Actualizada 23 de noviembre de 2020.  Consultado el 25 de noviembre de 2020. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002096.htm

2.      American Cancer Society. Guía sobre alimentación y actividad física para la prevención del cáncer de la sociedad americana contra el cáncer. Actualizada 09 de junio de 2020.  Consultado el 25 de noviembre de 2020. Disponible en: https://www.cancer.org/es/saludable/comer-sanamente-y-ser-activos/guias-sobre-nutricion-y-actividad-fisica-para-la-prevencion-del-cancer/preguntas-comunes.html

3.      Cancer.NET. Annette Goldberg, MS, MBA, RDN, LDN, and Suzanne Dixon, MPH, MS, RDNa Actualizada 03 octubre de 2018.  Consultado el 03 de diciembre de 2021. Disponible en https://www.cancer.net/es/blog/2018-10/mitos-sobre-el-c%C3%A1ncer-y-los-alimentos-explicados-por-dietistas-parte-1

4.      Mayo Clinic. Actualizada 19 julio de 2021.  Consultado el 03 de diciembre de 2021. Disponible en https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/cancer/in-depth/cancer-causes/art-20044714

5.      Sugar intake and cancer risk: when epidemiologic uncertainty meets biological plausibility Publicado el 16 de septiembre de 2020. Consultado el 27 de diciembre de 2021.Disponible en  Pubmed Y Cochrane.

6.      Review Alcohol and Cancer: Epidemiology and Biological Mechanisms Alcohol and cáncer: junio del 2021. Publicado el 11 de septiembre de 2021. Consultado el 27 de diciembre de 2021.Disponible en  Pubmed Y Cochrane

7.      Medline Plus. Actualizada 30 de noviembre de 2020.  Consultado el 27 de diciembre de 2021. Disponible en https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000829.htm

8.      American Cancer Society.American Cancer Society guideline for diet and physical activity for cancer prevention.Actualizada 0 de junio de 2020.  Consultado el 25 de noviembre de 2020. Disponible en  https://acsjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.3322/caac.21591

9.      Medline Plus. Actualizada 12 de noviembre de 2021.  Consultado el 27 de diciembre de 2021. Disponible en https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/prueba-de-sulfato-de-dhea/

 

 

 

 

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