Si cuidas a una persona adulta, a un niño en la casa, en entornos que no son de atención médica, sigue estos consejos para protegerte a ti y a los demás

Si eres el cuidador de una persona enferma¹

• Evita estar cara a cara con esa persona.¹
• Si es un niño el que está enfermo, coloca la barbilla del niño en tu hombro para que no tosa en tu cara.¹
• Lávate las manos con jabón y agua después que tengas contacto con la persona enferma, o cuando saques la basura o la ropa sucia.¹
• Si tienes un contacto muy cercano con la persona que cuidas (por ejemplo, cargar a un bebé enfermo), trata que sea lo más corto posible y siempre usa tapabocas.¹
• Una vez usados los tapabocas, debes botarlo a la basura: nunca debes volverlo a tocar.¹
• Después de que te quites el tapabocas, lava tus manos con agua y jabón.¹
• Evita reutilizar los tapabocas y en caso de tener uno reusable, debes lavarlo con detergente y secar.¹

Protege a otras personas en el hogar¹

• La persona que está enferma no debe recibir visitas. Es más segura una llamada telefónica que una visita.¹
• Si es posible, puedes designar a un solo adulto de la familia para que cuide del paciente.¹
• Evita que las mujeres embarazadas cuiden a personas enfermas.¹
• Todas las personas en la casa se deben lavar frecuentemente las manos con agua y jabón, especialmente después de cada contacto con la persona enferma, con su habitación o con su baño.¹
• Si es posible usa toallas de papel para secarte las manos y que cada miembro de la familia use una toalla distinta. No compartir las toallas.¹
• Mantén una buena ventilación en las áreas compartidas de la casa, como por ejemplo: la cocina, el comedor y el baño.¹
• Consulta al personal médico si tienes enfermedades crónicas, compromiso del sistema inmune o si comienzas a presentar alguna condición especial de salud.¹

No olvides que realizar el lavado de manos es la acción más económica y efectiva que ayuda a prevenir enfermedades. Lavarse las manos con agua y jabón es la intervención de salud más simple y más económica que salva vidas.²

El lavado de manos con agua y jabón interrumpe la cadena de transmisión de: enfermedad diarreica aguda, neumonía, enfermedades de la piel, enfermedades de los ojos, parasitismo intestinal.²

¿En qué parte de la casa puedes ubicar al paciente?¹

• Es importante que el paciente esté en una habitación separada de las áreas comunes de la casa, si es posible, con su propio baño.¹
• Mantén la puerta cerrada de la habitación del paciente y las ventanas abiertas.¹

Es necesario que el paciente use tapabocas si sale a las áreas comunes de la casa o está cerca a otras personas.¹

Limpieza del hogar, de la ropa y eliminación de residuos

• Bota a la basura los pañuelos desechables usados por el paciente y lávate siempre las manos cuando vayas a sacar la basura.¹
• Mantén las superficies limpias, especialmente, las mesas de noche, los teléfonos, los celulares, las manijas de las puertas, las superficies del baño y los juguetes de los niños, en el caso que haya.¹
• La ropa de la cama, las toallas, los platos, los cubiertos, y los vasos del paciente, no tienen que lavarse por separado, pero es muy importante que no se compartan antes de estar muy bien lavados.¹
• Lava la ropa de la cama y las toallas con detergentes usados regularmente en el hogar. Coje la roja sucia solo con las manos, no con los brazos y no la coloques sobre tu pecho, para evitar que te contamines. Lávate las manos nuevamente después de manipular la ropa sucia.¹
• Los residuos generados en estas áreas los deberás clasificar como residuos o desechos peligrosos con riesgo biológico o infeccioso, 49 incluidos los alimentos parcialmente consumidos o sin consumir, material desechable, entre otros.³
• Los residuos con riesgo biológico debes depositarlos en bolsa roja.³